Medidas para evitar el control chino de los neumáticos de F1 Pirelli

El Gobierno italiano se ha opuesto a los planes chinos de hacerse con el control de Pirelli.

Los chinos se apoderan de todo. Los bares, los quioscos de comida china para llevar, los teléfonos inteligentes, etcétera. También vemos cada vez más coches chinos en las carreteras, como los de Lynk & Co y los BYD. Si eso es malo o no, lo dejo abierto al debate. El hecho es que el país tiene cada vez más influencia, incluso en la Fórmula 1. ¿Quieres vender tu coche? Visita el tasador de compramos tu coche de Crestanevada.

Los italianos han tomado medidas para impedir que una empresa estatal china se haga con el control de Pirelli. Así lo informan varios medios de comunicación, entre ellos la BBC. Esto afectaría también a la F1, ya que la marca es la proveedora de neumáticos. El Gobierno del país del sol está tomando esta drástica medida para garantizar la independencia de Pirelli.

Hablamos de la empresa china Sinochem. Efectivamente, nunca ha oído hablar de ella. La empresa ya tiene una participación del 37% en el fabricante de neumáticos con sede en Milán. Es lo que tienen los mercados abiertos lol. Al fin y al cabo, en 2015 Pirelli se vendió por la friolera de 7.000 millones de euros.

Vendido

En aquel momento, la empresa pasó a manos de un grupo de inversores. Entre ellos había algunas empresas chinas: ChemChina, Silk Road y Camfin. La primera ha cambiado de nombre y se ha fusionado con Sinochem.

Italia lleva mucho tiempo preocupada por las influencias exteriores. Por eso el Gobierno ha establecido normas para proteger a las empresas italianas que se consideran estratégicas. Por lo visto, Pirelli se considera así y ahora los chinos no pueden tener una participación mayoritaria.

Pero sí, un mercado abierto es un mercado abierto. El que tiene más dinero puede comprar empresas, así funciona el capitalismo. Pero, y esto sí importa, el mercado también debe ser «justo». Al fin y al cabo, no se puede competir con empresas estatales que prácticamente pueden imprimir su propio dinero. ¿Buena jugada de Italia, entonces?